Detienen a una persona por apuntar con un arma a Cristina Kirchner

Los custodios que dan seguridad a la vicepresidenta detuvieron a un ciudadano brasileño. Apuntó a corta distancia y se especula que el arma no logró gatillar.

Detienen a una persona por apuntar con un arma a Cristina Kirchner
Foto referencial
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La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue víctima de un intento de asesinato, según reportan los medios argentinos. El hecho sucedió en inmediaciones de su domicilio, cuando arribaba al concluir su jornada.

Desde hace dos semanas, las calles aledañas a la cada de Fernández se encuentran ocupadas por numerosos simpatizantes como muestra de respaldo y apoyo ante el juicio que se sigue en su contra. 

La noche de este jueves, entre el grupo de simpatizantes se encontraba una persona que mostró un arma y apuntó con la misma, a corta distancia a la vicepresidencia.

Las primeras versiones hablan de que el arma no gatilló y por lo tanto, no salió la bala.

El hombre fue detenido, según informó el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.

La imagen del hombre que apunta a la cabeza de Kirchner cuando esta baja del automóvil que la llevó a su residencia fue reproducida por varios canales de TV. "Ahora tiene que ser analizada la situación por nuestra gente de (la policía) Científica como para evaluar las huellas y la capacidad y la disposición que tenía esta persona", dijo el ministro.

Tras el incidente, el agresor trató de darse a la fuga. Entre empujones y forcejeos, se logró detener a Fernando Andrés Sabag Montiel, un ciudadano brasileño, residente en Argentina y que contaba con antecedentes penales.
La policía también recuperó el arma utilizada durante el intento. Es una Bersa calibre 22 que el agresor había lanzado al piso durante su fuga.

En un segundo video, se observa a Cristina acercarse a la gente que aguarda frente a su casa. Entre gritos de apoyo a la autoridad, se oye un “Cristina, te amo”, aparece un brazo que se extiende con el arma, a muy corta distancia. En ese instante se escucha un golpe de metal hueco, lo que hace suponer que el arma no funcionó adecuadamente.

Cristina se lleva la mano a la cabeza mientras un custodio trata de interponerse entre el agresor y la vicepresidenta. Ante el estupor de los presentes, el agresor trata de salir de la multitud entre empujones.