El primer examen de Jair Bolsonaro habría dado positivo por coronavirus

El primer examen de Jair Bolsonaro habría dado positivo por coronavirus
Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro
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El semblante pálido y abatido, con un poco de ojos llorosos, en el comunicado de la televisión nacional este jueves (12) por la noche, justo después de que se puso en vivo en la página de Facebook con una máscara, fue el presagio de un viernes 13 sin precedentes en la suite presidencial: la primera prueba de infección por coronavirus fue positiva en el presidente de la República, Jair Bolsonaro. La información proviene de la columna Esplanada, de Jornal O Dia, del periodista Leandro Mazzini.

Espera el resultado de la contra prueba este viernes (13) para confirmar o no la contaminación. Hay tensión en el aire. A pesar de pasar un rato tranquilo en la televisión y pedirle a la gente que evite las calles (una clara cancelación de la convocatoria a las manifestaciones progubernamentales del domingo), Bolsonaro no oculta la evidencia de la atención médica. Apareció con una máscara esta mañana y no salió del Palácio da Alvorada, la residencia oficial.

Si Bolsonaro revelará el resultado, ya sea positivo o no, es una pregunta personal, pero también implica una situación de soberanía nacional. Darle a la población una imagen de un presidente infectado puede causar temor general e incluso alterar los índices bursátiles, que han estado oscilando fuertemente durante una semana, con los interruptores automáticos como rutina. También se mordería la lengua, porque en una conferencia de prensa en los Estados Unidos (donde pudo haberse infectado), Bolsonaro se burló de la situación al señalar que la epidemia de coronavirus sería algo mediático.

Bolsonaro llamará a Alvorada el núcleo presidencial, todos militares de alto rango, para decidir qué decir. Mientras la nación espera.

La misma fuente de Coluna informa que incluso el comandante del avión presidencial que regresó de los Estados Unidos estaría contaminado.

TRUMP FACTOR

Curiosas noticias circulan en el pequeño comité presidencial brasileño. Se habla mucho de la vergüenza que sería si el Secretario de Comunicación del Gobierno, Fábio Wajngarten, con infección confirmada, hubiera contaminado al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Pero la conversación aquí en Brasilia es diferente. Toda la cumbre del gobierno lo trata con cuidado para no indicar una sospecha: gran parte de la fiesta ha sido contaminada en Florida y, lo que es peor, en el resort Mar a Lago, propiedad de Trump. Según esta premisa, existe el riesgo de que Trump se infecte y que haya transmitido el virus a través del contacto personal.

El hecho es que Trump, acusado por la prensa estadounidense, no está convencido y dice que no necesita una prueba. Es al menos extraño, para aquellos que ya han culpado a Europa por el caos en la vigilancia de la salud. Trump no admitiría que él fue la causa de ese viernes 13 de Brasil.